sábado, 24 de marzo de 2007

Poema 3: Hallazgo


A mi esposa ausente.


Amada,
hoy salí a buscarte.

Recorrí las playas,
nadé mar adentro,
bajé a las profundidades,
viajé entre los océanos
y no te hallé.

Volé como las aves,
viajé en el viento,
me convertí en un torbellino
y no te hallé.

Caminé por la tierra,
corrí entre los montes,
grité tu nombre
y no te hallé.

Le pregunté a los árboles,
indagué entre los hombres,
subí a las nubes
y no te hallé.

Entonces,
cansado me detuve.
Llegó el tiempo
y vino la lluvia.
Ellos me hablaron de ti,
de tus recuerdos y tus sueños.

Amada,
Tal vez mañana te busque.
Sí, tal vez.



San Miguel, Octubre 24, 2002

1 comentario:

Almalibre dijo...

Este poema habla de un amor muy grande, creo que no se debe dejar de buscar al ser amado. Es conmovedor.